jueves, 7 de octubre de 2010

Che. Un hombre nuevo

Con la presencia de una veintena de integrantes de la cátedra del Che, en Puerto Padre, se desarrolló en la sede de la UNEAC, la proyección del documental Che. Un hombre nuevo, del director argentino Tristán Buer.
La obra, de dos horas y diez minutos, resume doce años de investigación en cuatro líneas fundamentales: un Che íntimo; uno político; un plano sobre la situación de América Latina y el llamado Tercer Mundo en aquella época; y finalmente, una cámara más poética que recorre en el presente sitios donde vivió y combatió.
El reportaje es una coproducción de Argentina, España y Cuba, con notas, imágenes, grabaciones inéditas, incluyendo originales de cámara sin editar donados por el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC).
Esta obra recibió premio en el Festival de Cine de Montreal después de evaluarse el conjunto de cincuenta documentales en concurso.
Para los estudiosos de la obra del Guerrillero Heroico, este material es de suma importancia porque hay en él una gran carga de humanismo, ideología y proyección filosófica.

Por: Julián Puig Hernández .
Tomado del Sitio Digital de Radio Libertad.

miércoles, 6 de octubre de 2010

COMO VERDADERAS MARIANAS

Un hecho sin precedente acaba de realizar el equipo femenino de ajedrez cubano en la Olimpiada Mundial de ajedrez concluida hoy en Khanty Mansiysk al ubicarse en un meritorio cuarto lugar dejando atrás el octavo de Salónica 1998(56 elencos, ahora 115) y se hizo realidad con las mismas 16 unidades que le dieron el bronce a Georgia la cuál fue beneficiada en el sistema de desempate por lo que este cuarto lugar tiene el sabor a bronce, en lo individual las palmas para la tunerita Yaniet Marrero ganadora de la medalla de oro defendiendo el tercer tablero la cual terminó invicta con siete unidades de ocho posibles hazaña que logra por primera ves una ajedrecista cubana.

Las cubanitas presentaron un juego alegro y a las ves agresivas pues siempre salieron a ganar pues como manifestó su entrenador no tenían nada que perder, con la táctica de aguantar al rival en los primeros tableros y rematar en los últimos ( lo cual dio buenos resultados ) se fueron abriendo paso a medidas que avanzaba la competencia siempre tratando de igualar con los llamados equipos fuertes y aventajar a aquellos considerados mas débiles hasta lograr hasta lograr tan mencionada hazaña., tal ves este resultado sea el punto de partida para el desarrollo del ajedrez femenino de nuestro país.



"MSc. Reynerio Francisco Gómez López

viernes, 1 de octubre de 2010

Lo que el viento no se llevó

Lo que el viento no se llevó.

Por Niurbis Soler Gómez.

Chaparra es como una muchacha que mira indiferente el paso de los años, cargando en su espalda todo el polvo almacenado en tantos siglos.
Aunque sus líneas paralelas ya no conducen a ningún sitio, dos chimeneas la enlazan con la distancia. Sus calles abren un horizonte por donde escapa la gloria, buscando el atardecer.
Hay tanta historia en sus portales que el tiempo no cabe en los horcones y se convierte en páginas que la desnudan.
Chaparra es un paisaje que no se apaga en la memoria, la fe para los que nunca creyeron, y la suerte para los que no levantaban el fatalismo geográfico como bandera.
Chaparra es un pueblo de poesía, de palabras y de sueños.
Pero todo lo que se reflejaba en las pupilas cambió de repente. Los primeros indicios fueron los partes meteorológicos, la braveza del cielo, el cambio de humor del aire y la llovizna.
En una sola madrugada se cayeron el esfuerzo y las ilusiones; y el amanecer gris, solo trajo basura, dolor y lágrimas. Muchas lágrimas. Los techos ya no apuntaban al amanecer, los árboles que midieron mi estatura ya no estaban para aliviarnos del sol, las calles perdieron sus contornos y la oscuridad se repartía por todos los sitios y rincones.
Entre tanta penumbra, muchos se aprovecharon del dolor ajeno; creyendo que la naturaleza les había obsequiado un ciclón de oportunidades, vagaron recogiendo migajas, sin saber que sus almas reflejaban la podredumbre que llevaban dentro.
Sin embargo, otros hacían la luz como por intuición. Esos demostraron que la solidaridad y la amistad son las armas del desamparo y que la ayuda, en tiempos difíciles, hace al ser humano más limpio.
Después del abatimiento, las lágrimas se secaron y el dolor le dio paso a la recuperación.
Ahora, donde había cuatro habitaciones solo hay un lugar para acomodarnos, las calles han recobrado sus contornos y los techos saludan al amanecer, a pesar de los disímiles agujeros por donde se filtra la poca luz que tenemos.
Chaparra volverá a ser un pueblo de poesía, de recuerdos y de historia, y aunque muchas cosas quedaron en el olvido, el viento no se pudo llevar lo que nos hace humanos. No se pudo llevar ni la esperanza, ni los sueños.