sábado, 26 de marzo de 2011

Un héroe anónimo

En mi calle hay un héroe; uno que no aparece en los libros ni que usa yelmo y coraza.

Es un héroe que pasa inadvertido; uno de los tantos con los que nos cruzamos cada día cuando vamos para el trabajo o la escuela

Conozco a un héroe sin nombre porque el suyo puede ser el de cualquiera o puede ser tan cotidiano como el de nuestros amigos.

Muchas veces se convierten en símbolos que nadie ve o que no alcanzan a interpretar por la misma rutina de la existencia

Sin embargo yo sé que es un héroe, aunque sea tan frecuente cruzarme con él, intercambiar algún que otro saludo y luego seguir cada cual su rumbo como si la vida no nos encerrara a todos en los mismos espacios para ascender.

Son pequeños héroes cotidianos que existen, que son tangibles y que pasan a formar parte de nuestros recuerdos de forma involuntaria porque alguien nos contó sus hazañas en el ir y venir del tiempo.
Son vidas que se entrelazan y se mezclan como los hilos de una telaraña y llenan la monotonía de encuentros breves llenos de familiaridad.
Cuando nos preguntamos a dónde ha ido a parar toda la bondad del mundo, no pensamos en esas personas sencillas, familiares, que comparten la acera, la cola del pan y los saludos.
Un héroe no tiene que ser fuerte, ni salir airoso de todas las batallas; solo es una persona que ayuda a los demás sin esperar nada a cambio, que siempre está ahí cuando alguien lo necesita.
También son héroes los que cometen errores, pero los rectifican; los que comprenden que el mundo exige logros, los que no le cuentan a otros sus resultados sino que al contrario, se enorgullecen ropa adentro de haber contribuido con sus manos a que no se detenga el ciclo de la existencia.

En mi calle hay un héroe y gracias a su sangre multiplicada en muchas venas, la vida de incontables seres humanos ha seguido su curso.

Es un héroe anónimo. Sin embargo yo sé que es un héroe y comparto su silencio, aunque nos veamos frecuentemente, intercambiemos algún que otro saludo, sigamos cada cual por su rumbo y la vida nos siga encerrando a todos en los mismos espacios para ascender.

bom